El pueblo de Brihuega, uno de los destinos turísticos más atractivos de la provincia de Guadalajara, ha experimentado en los últimos años un notable aumento en la afluencia de visitantes, especialmente durante los meses de verano, coincidiendo con la espectacular floración de la lavanda. 

Este fenómeno ha colocado a Brihuega en el radar de turistas nacionales e internacionales, lo que, sin embargo, ha traído consigo una serie de retos que hasta ahora no han sido resueltos de manera efectiva.

Uno de los problemas más evidentes es la falta de aparcamiento en el centro urbano, un espacio donde las plazas disponibles son escasas y las calles, estrechas y empedradas, no están diseñadas para soportar el volumen actual de vehículos. 

La combinación de coches, turistas y residentes genera una situación de caos, especialmente en temporada alta, lo que convierte el simple acto de desplazarse por el centro en una tarea compleja.

El Ayuntamiento de Brihuega, consciente de este problema, anunció hace tiempo la construcción de nuevos aparcamientos disuasorios, a los ya existentes en puntos estratégicos como la zona del Mirador y el camino de la fuente Cagá. 

Sin embargo, hasta la fecha, estos proyectos no han avanzado, dejando una sensación de estancamiento y falta de acción. La construcción de aparcamientos adicionales en estos lugares podría aliviar parcialmente la situación, pero no parece ser suficiente para abordar el problema de manera integral.

Es evidente que ya es hora de que los responsables municipales se planteen una solución más ambiciosa y a largo plazo para la ordenación del tráfico en Brihuega. Una planificación seria y definitiva que contemple no solo la creación de más aparcamientos, sino también la mejora de la circulación en las calles más céntricas.

Además, las medidas puntuales de prohibición de aparcamiento en algunas zonas del centro, aunque bien intencionadas, han demostrado ser insuficientes para solucionar de fondo el problema del tráfico rodado. 

La falta de una estrategia global está convirtiendo las soluciones temporales en parches que no resuelven los desafíos de un Brihuega que se ha convertido en un destino turístico por derecho propio.

Es hora de que las autoridades locales asuman con seriedad la necesidad de planificar una Brihuega más accesible, ordenada y sostenible para todos. Una ordenación adecuada del tráfico no solo beneficiará a los residentes, sino que también mejorará la experiencia de los miles de turistas que visitan la Comarca cada año.