Guadalajara es un pozo lleno de sorpresas. Desde los Parques Naturales del Alto Tajo y el Barranco del Río Dulce, pasando por la magnífica floración de la lavanda en Brihuega, a pueblos medievales que respiran historia entre sus murallas, como Atienza o Sigüenza. Estos dos hoteles de Brihuega, son perfectos para recorrer una provincia que tiene mucho que ofrecer.

CASTILLA TERMAL BRIHUEGA, UN EDÉN EN EL JARDÍN DE LA ALCARRIA

En Brihuega, en la antigua Real Fábrica de Paños se encuentra el hotel Castilla Termal Brihuega, de cinco estrellas, un edificio histórico del siglo XVIII que sorprende por su forma circular. 

El agua, preciado elemento y nexo común entre los hoteles de la cadena, se disfruta aquí en las tres piscinas con las que cuenta el Castilla Termal Brihuega: una termal, el jacuzzi y una piscina exterior. 

Además de su completo wellness y spa inmerso en la historia del lugar en el que se encuentra. El hotel cuenta con 78 habitaciones, que conservan la esencia de la Real Fábrica de Paños y ofrecen una decoración actual e integrada con el mobiliario de la época, 38 junior suites y una suite de más de 50 m2, y que gozan de unas magníficas vistas al pueblo, al valle o a los jardines de estilo romántico que rodean el hotel. 

El compromiso de Castilla Termal con la sostenibilidad y el medioambiente queda patente con un eficaz plan de gestión del agua en todos sus hoteles, así como el uso de dosificadores de ducha y amenities libres de plásticos y de cosmética natural certificada. 

HOTEL SPA NIWA, PURO RELAX EN BRIHUEGA

En el histórico pueblo de Brihuega, en el corazón de la Alcarria, se encuentra el Niwa Hotel Spa, un establecimiento hotelero con un diseño contemporáneo rodeado de verde. 

Dispone de diez habitaciones, cuatro de ellas bajo un techo abuhardillado, y dos de categoría superior, amplias y luminosas. Para favorecer el descanso, las camas son king size, y para cuidar el organismo, incluyen fruta fresca y agua mineral. El relax está garantizado y no solo por el jardín, el spa y la piscina climatizada. 

El summum se alcanza gracias a las expertas manos de un equipo de terapeutas filipinas que practica auténticos masajes orientales. 

El fabuloso espectáculo de la floración de la lavanda de Brihuega es una visita obligada, eso sí, hay que esperar a junio para asistir a este bello acontecimiento natural que ocupa más de mil hectáreas de plantación.