El alcalde de Brihuega, José Luis Viejo, anunció en el I Foro Floración: Motor de Desarrollo Rural en la Región de Murcia la intención de liderar “un proyecto para que tanto los campos de lavanda como los campos de la Alcarria Alta sean considerados Paisaje Cultural por la UNESCO”.

Viejo considera que es importante que haya “un proyecto supramunicipal, con el apoyo de la Junta de Comunidades, que proteja nuestros paisajes como el motor socioeconómico de la región que son”. 

Y es que las inversiones en la lavanda -prosigue- han permitido “desestacionalizar el turismo e internacionalizarlo, atrayendo empleo para el municipio y grandes inversiones, como el primer hotel de cinco estrellas de la provincia de Guadalajara, que se encuentra en la Real Fábrica de Paños de Brihuega”. 

También desgranó los riesgos a los que se enfrentan, "como el peligro que ha existido de que los aceites esenciales fueran considerados tóxicos por la Unión Europea, que fue solventado gracias al trabajo conjunto de todas las administraciones y los agricultores". 

Por otro lado, hizo referencia a "industrias que pueden resultar nocivas para el paisaje y el desarrollo económico de comarcas con fuerte atractivo turístico", como la posible instalación de una planta de biogás en las cercanías de su municipio, 

El Hub Ricote Valley, en la localidad murciana de Villanueva del Río Segura, acogió el I Foro Floración: Motor de Desarrollo Rural, una iniciativa pionera de la empresa Agromarketing España para promocionar el emergente turismo de floración que promueve el proyecto "Experiencia España en Floración".

A la cita han acudido responsables de las principales floraciones de cultivos de España como el cerezo del Valle del Jerte, el piorno de la Sierra de Gredos, el almendro de Mula (almendro) o el melocotón de Cieza y Aitona. Entre ellos, la lavanda de Brihuega, que ha convertido la villa alcarreña en referente del desarrollo turístico alrededor de su floración.

Experiencia España en Floración, es una iniciativa innovadora que pone en valor el potencial turístico que tiene un fenómeno natural como la floración de los campos de frutales y parajes repartidos por toda geografía nacional, creando sinergias que impulsen a la España rural a través del turismo, y poniendo en marcha acciones de promoción conjunta que benefician a todos los territorios y actividades económicas.