FUENTENOVILLA, GUADALAJARA, UNA PICOTA PARA VISITAR


04/02/2024

Viene tu galán, prometiendo mayo, con verdes pimpollos, blancos y encarnados. Son las primeras estrofas de los bonitos versos que los jóvenes de Fuentenovilla siguen cantando a las mozas cuando llega la festividad de Los Mayos.

 

Esta entrañable tradición es, sin ninguna duda, una de las principales señas de identidad de esta hospitalaria localidad de la Alcarria Baja. Con permiso de la picota, por supuesto. 

 

Porque hablar de Fuentenovilla es, ineludiblemente, hablar de ese gran símbolo y motivo de orgullo para todos sus vecinos.

La picota de Fuentenovilla fue realizada en la segunda mitad del siglo XVI y es de estilo renacentista.

 

En cuanto a su autoría, ésta se desconoce con certeza, pero está documentada la estancia en el municipio del arquitecto Nicolás de Adonza, vecino de Mondéjar e hijo del arquitecto italiano Cristóbal de Adonza, por lo que todo parece indicar que la traza de la picota se debe a Nicolás de Adonza hacia 1530.

 

La picota, elemento del cual ya existen referencias en el siglo XIII, se utilizaba para aplicar determinadas formas de justicia, en particular los castigos de carácter corporal. Solían emplazarse en encrucijadas o plazas públicas. En su parte alta se colocaban las armas del señor, en cuyo nombre se impartía justicia. 

 

La exposición en la picota no solo se reservaba a las gentes que infringían la ley, sino también a aquellas personas cuyo comportamiento se consideraba deshonroso. La picota, que a partir del siglo XV se confunde con el rollo jurisdiccional, dejará de levantarse con la extinción del feudalismo, la aplicación de nuevas formas de justicia y la anulación política de las villas.

 

En cuanto a su fisionomía la picota mide 10,33 mts. de altura. Su grada es de 14 mts. de circunferencia y sobre un primer basamento se levanta la columna que mide 6,26 mts. Arranca con unas gradas de piedra y un grueso pedestal, tras lo cual se yergue una esbelta columna en la cual pueden distinguirse diversos elementos. 

 

El primer tercio de la columna es cilíndrico, después una pequeña moldura da paso a un friso con decoración vegetal, para continuar con un fuste acanalado. Se remata con capitel corintio en cuyas esquinas hay cuatro grandes carátulas y cabezas leoninas. 

 

Sobre éstas se levanta un ábaco y cornisa intermedios que sustentan un templete abalaustrado rematado por un chapitel piramidal, de dos cuerpos, con decoración de escamas y rematado por una cruz de hierro.  

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