El sector de la lavanda avisa de que este cultivo comienza a estar en riesgo de inviabilidad debido a la crisis de precios. Una situación que afecta directamente a la industria cosmética, que usa esta y otras plantas aromáticas para crear todo tipo de productos, como geles y aceites esenciales, entre otros.  

A pesar de que la superficie de cultivo de lavanda y lavandín ha crecido mucho más que la media del resto de plantaciones, los productores aseguran que esto no es una buena noticia porque aunque haya más producción, los precios actuales están por debajo de los costes de producción, 

Los representantes de la Asociación Paisajes de Lavanda de Brihuega, junto con APAG y Cereales Alcamancha Sociedad Cooperativa han mantenido una reunión con la viceconsejera de Política Agraria Común y Política Medioambiental, Gracia Canales Duque, en la que le han transmitido, sin paños calientes, la terrible situación económica que vive el sector de las aromáticas en Guadalajara. 

También estuvieron presentes el Director General de Ordenación Agropecuaria, Joaquín Cuadrado, el delegado provincial de agricultura, Santos López y el alcalde de Brihuega, Luis Viejo. 

La reunión tuvo lugar en Brihuega, con el objetivo de trasladar al Gobierno Regional la necesidad de que las ayudas a los productores aumenten para poder mantener los cultivos de lavanda y lavandín, que han situado a la comarca como foco de atracción turística en la región. 

En dicho encuentro, los productores relataron a los representantes políticos la dramática situación económica que viven sus cultivos, que arrastran pérdidas desde los tiempos del COVID. 

Los productores de lavanda y lavandín agradecieron las ayudas a las administraciones y sus buenas palabras, pero les recordaron “que no son suficientes”. Según la junta directiva de la asociación, la situación es insostenible y si las ayudas no aumentan, va a suponer la muerte del sector. 

Muchos agricultores se están planteando arrancar las plantas porque las pérdidas no cesan y las ayudas no cubren los gastos que llevan estos cultivos. En concreto, la asociación considera que hace falta un millón de euros extra para que los cultivos sean viables y establece una comparación: “El estudio “La lavanda y el Desarrollo Local” elaborado por la Universidad de Alcalá y el Instituto Universitario de Análisis Económico y Social, valora el impacto directo estimado del cultivo de lavandas entre los 5 y 8 millones de euros en la provincia de Guadalajara. 

Si nuestros campos generan esta riqueza, como consecuencia el Estado recauda en forma de IVA más de un millón de euros, que es lo que nosotros necesitamos para sobrevivir. Si no podemos mantener nuestros cultivos, el turismo derivado de ellos se acaba, por lo que creemos que nos conviene a todos que sean viables”.