
LA JUDERÍA DE BRIHUEGA: CUANDO CRISTIANOS, JUDÍOS Y MUSULMANES COMPARTÍAN EL FUERO
Artículo publicado por Plataforma Brihuega 11/07/2025
Brihuega, villa alcarreña asentada sobre la Piedra Bermeja, conserva uno de los patrimonios más singulares de la España medieval: su antigua judería. Durante siglos, cristianos, judíos y musulmanes convivieron en la villa amparados por el fuero otorgado en 1242 por el arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, el cual garantizaba igualdad de derechos para todas las comunidades.
Tras su incorporación al Arzobispado de Toledo en 1085, Brihuega se convirtió en un enclave relevante que atrajo a familias judías, especialmente tras las persecuciones sufridas por esta comunidad entre los siglos XIII y XV.
Aunque la aljama briocense no alcanzó el tamaño de otras castellanas, su sinagoga fue documentada en 1436, ubicada en la actual Calle de la Sinoga, cuyo nombre aún remite a ese pasado.
En el padrón de 1290, la comunidad tributaba 304 maravedíes, cifra que se incrementó notablemente hacia 1474, lo que evidencia su creciente prosperidad. El barrio judío se localizaba en calles como Barrionuevo Alto y la Plaza del Coso, donde la comunidad tuvo un importante papel comercial.
Una controversia histórica gira en torno a la iglesia mudéjar de San Simón, que durante años se confundió con la sinagoga; investigaciones recientes han aclarado que fue originalmente una mezquita. El Ayuntamiento adquirió este edificio por su gran valor patrimonial, reafirmando la importancia de Brihuega como cruce cultural medieval.
La expulsión de los judíos en 1492 significó el fin de esta época de convivencia. El Edicto de Granada obligó a abandonar el reino o convertirse, lo que causó la dispersión de los judíos briocenses y la redistribución de sus bienes. Así se cerró un periodo de casi cuatro siglos marcado por la diversidad.
Hoy, la memoria de la judería se mantiene viva en la toponimia —como la Calle de la Sinoga— y en iniciativas culturales como el festival “Esencia Tres Culturas” celebrado en Brihuega en el año 2023.
Estas acciones buscan rescatar y difundir el legado de las tres religiones que coexistieron en Brihuega. El barrio judío simboliza un modelo de tolerancia que, aunque truncado, dejó huella en la identidad local.