ENCIERRO POR EL CAMPO DE BRIHUEGA: AÑOS DE BRAVURA Y LEYENDA 
Artículo publicado por Plataforma Brihuega 15/08/2025      

El encierro de Brihuega no es solo una fiesta, es una huella viva del tiempo, un latido que recorre siglos y que aún hoy resuena entre las piedras centenarias de esta villa alcarreña. 

 

Sus orígenes se pierden en la memoria, pero los documentos lo sitúan ya en el siglo XVI, con la peculiaridad que lo distingue de la mayoría: su desarrollo en plena naturaleza, en un entorno abierto donde el toro se enfrenta al campo y el campo al toro. 

 

Esta singularidad lo convierte en una cita única en España, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Regional desde 2009 y que, con paso firme, aspira al título de Interés Turístico Nacional.

 

No se puede hablar del encierro sin mencionar la corrida de toros de primavera, que inaugura la temporada taurina en la provincia de Guadalajara con figuras de primer orden, tradición que cuenta con registros escritos desde 1584.

 

La ceremonia comienza cada 16 de agosto, alrededor de las seis de la tarde. Tres cohetes rompen el silencio veraniego y, de inmediato, el pueblo entero contiene la respiración. 

 

Desde la plaza de toros, la manada se lanza cuesta arriba por las calles empedradas hasta el parque de María Cristina. Allí, siguiendo la senda de la tradición, los astados continúan por la carretera hasta abandonar el núcleo urbano, donde los esperan los jinetes que, con destreza y temple, los guían hacia la Alcarria, internándose por las cuestas y veredas de los montes cercanos.

 

En el campo, la manada se aquieta, vigilada bajo la luna que ilumina la llanura. Las horas transcurren lentas hasta que, de madrugada, llega el momento de la subida.

 

Sobre las dos o tres, los toros emprenden el regreso, entrando por el barrio de San Miguel, en la parte baja del pueblo. Allí comienza una carrera vibrante hasta la plaza de San Felipe, donde quedarán encerrados hasta el amanecer.

 

La mañana del 17 trae la bajada. Desde el corral de San Felipe, los toros recorren de nuevo las calles, esta vez rumbo a la plaza de toros, donde se completa el ciclo. Tras encerrar la manada en los corrales.

 

El encierro de Brihuega es más que una tradición: es el pulso de un pueblo que, cada año, vuelve a encontrarse con su historia a campo abierto, al ritmo de cascos, tierra y bravura.

 

Vídeo de la Asociación Taurina "16 de Agosto": https://www.youtube.com/watch?v=i3Gh_b3S9g0 
 

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